22 febrero 2007

Perú-Chile: Límites Marítimos


Con ocasión de la visita a Perú del canciller subrogante para participar en la reunión sobre Haití, ambos países reafirmaron la voluntad de ahondar una relación calificada de buena y normal. Al margen de la reunión, se confirmaron también el cuestionamiento peruano al límite marítimo establecido hace medio siglo, y la invariable definición chilena sobre la plena vigencia del mismo.
Los ministros peruanos de RR.EE. y Defensa volvieron a sostener que no reconocen límite marítimo, que los tratados definitorios del mismo serían de índole pesquero y que tienen discrepancias respecto del hito 1. El Presidente García confirmó que las expresiones de su canciller representan el pensamiento del gobierno. Por su parte, el canciller subrogante reafirmó que para Chile no hay cuestiones pendientes y que la posición de su gobierno ha sido definida: ha reiterado la Cancillería chilena que los límites terrestres y marítimos con Perú están establecidos por tratados de larga data, materializados en terreno, observados en la práctica bilateral y reconocidos por la comunidad internacional.
Se confirma, así, un cuestionamiento del Perú al límite marítimo establecido y constantemente practicado desde la declaración de las 200 millas peruanas de 1947, y los tratados tripartitos con Ecuador de Zona Marítima y Zona Fronteriza Marítima de 1952 y 1954, respectivamente. Este cuestionamiento se insinúa apenas en 1986 y se concreta en 2001, luego de décadas de ejecución y práctica del límite. Es, por tanto, un hecho nuevo, un deseo peruano de cambiar lo existente o modificar los tratados citados, que definen una frontera marítima desde su título hasta su tenor literal. No es una diferencia establecida de pareceres, sino un cambio de la posición del Perú, manifestada antes en toda suerte de actos jurídicos, incluidos la señalización del límite en el mar y una práctica constante, hasta 2001, cuando se definen los límites de la provincia de Tacna.
Por la parte chilena existe una imposibilidad de poner en duda la vigencia del límite largamente establecida y la de los tratados que lo expresan, lo que excluye tratativas diplomáticas a su respecto o el recurso conjunto a una solución de controversias. Hay, sin embargo, otras fórmulas que permiten -como había estado ocurriendo- el pleno desarrollo de una rica relación bilateral.
De persistir el cuestionamiento, la primera solución es encapsular el problema o manejarlo por cuerda separada, como más o menos expresamente lo habían convenido ambas partes. A ello ha hecho una referencia parcial el Presidente García, y se trata de un mecanismo perfectamente posible que requiere, sí, moderación, realismo y manejo cuidadoso. La segunda es la que tantas veces se ha anunciado -y ahora nuevamente- por la diplomacia peruana: su recurso unilateral a la solución de controversias.
En efecto, Perú tiene abierto el recurso a la Corte Internacional de Justicia en virtud del Pacto de Bogotá, aunque éste excluye los asuntos acordados, incluso por tratado, lo que debería ser invocado por Chile. En todo caso, al pronunciarse sobre su competencia, tendría esa corte que abocarse al asunto de fondo, y resolverlo. El recurso a ella ha sido reiteradamente anunciado, pero no formalizado por la diplomacia peruana. Si se estimara necesario hacerla, esa formalización debería evitar un carácter ofensivo o menoscabante de la relación bilateral.
En todo caso, manejado como debe serlo el cuestionamiento, parece necesario y urgente avanzar en la agenda oportunamente convenida por ambos presidentes. Ellos acaban de dar por superados los desentendimientos de reciente data, y sus máximas autoridades diplomáticas recién reiteraron esa voluntad compartida.
fuente diario El Mercurio de Chile

01 febrero 2007

Chile-Perú Problema Límites Superado


Vuelve la calma entre los gobiernos de Chile y Perú luego del impasse suscitado por el error en la ley que crea la Región de Arica y Parinacota. Por una parte la cancillería chilena dio por definitivamente superado el capítulo, y por otra parte el ministro de RREE peruano, José Antonio García Belaunde, afirmó estar satisfecho con la respuesta que llegó de Santiago, en orden a que Chile respeta el Tratado de 1929. Éste fija en el punto de la Línea de la Concordia el inicio de la frontera entre ambas naciones.
El ministro Gracía Belaunde destacó las palabras de los ministros Paulina Veloso y Ricardo Lagos Weber, y reiteró que la frontera con Chile quedó definitivamente delimitada y demarcada por el Tratado de 1929 y por las labores de la comisión mixta de límites que concluyeron en 1930.
Sus declaraciones se complementan con las que hizo el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, Jorge Montoya Manrique, quien dijo que “la soberanía y la dignidad del territorio no serán violadas nunca”.
No obstante, Montoya Manrique también insistió -al igual como el lunes 29 lo hizo García Belaunde- que la frontera marítima con Chile no está delimitada en ningún tratado y, al respecto, señaló que la Cancillería limeña abordará esta materia “por los caminos adecuados y en el momento adecuado”.
Según trascendidos, uno de los mecanismos que se explora para desbloquear la tensión entre el Palacio Pizarro y La Moneda pasa por una visita oficial del Presidente Alan García a Santiago en marzo, aunque ambos gobernantes antes coincidirán en reuniones multilaterales donde podrían abordar la situación que se planteó con la ley de Arica.
En Chile, en tanto, el presidente de la Comisión de RREE del Senado, Roberto Muñoz Barra (PPD), opinó que la responsable del impasse es la directora de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), María Teresa Infante, descartando cualquier responsabilidad de la Cancillería, ya que interpretó que Difrol se maneja con autonomía. Es más, el senador fue más lejos y adjudicó la culpa por la descoordinación a La Moneda.
Al parecer Muñoz Barra reunió antecedentes en una reunión que mantuvo con el canciller Alejando Foxley y la Presidenta Michelle Bachelet, que le permitió sostener que la Cancillería no participó en este entuerto, que ellos no sabían, y que sólo se enteraron cuando llamaron de Perú. La descoordinación según él se dio en La Moneda.
Muñoz barra afirmó que el proyecto de ley como lo aprobó la Cámara de Diputados no tenía problemas, ya que no detallaba el hito uno. El problema se dio en La Moneda y se produjo en 48 horas, porque seguramente apuraron el trámite por los plazos constitucionales y había que sacar la ley rápido, y agregó que “los antecedentes llegaron desde la Difrol y en el Ministerio del Interior no fueron prolijos en su revisión”.
La Difrol tiene bastante autonomía, pues incluso no se puede publicar en Chile ningún mapa sin su visto bueno. María Teresa Infante tendrá que hacer un autoanálisis de por qué ella no estuvo en este tema. Ella es la gran responsable, porque la Difrol es el organismo técnico que visa cualquier línea fronteriza de cualquier documento oficial del país, fueron algunos puntos que aclaró Muñoz Barra.
Luego explicó que probablemente el error se generó entre los dos organismos técnicos competentes, como precisó el comunicado de la Cancillería anteayer, que son la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y la Difrol. “Cuando se conversó esta ley, en abril y mayo, las relaciones bastante ácidas que había con el Presidente Toledo y los planteamientos casi esquizofrénicos de Ollanta Humala y su posibilidad de gobernar, creo que ambos organismos decidieron puntualizar el hito uno para marcar precedentes. Después algo se descoordinó, porque ganó García y él tenía otra disposición frente a este tema e incluso me planteó que no lo revisaría en su Gobierno porque él tenía otras jerarquías”.
Según Muñoz Barra, los presidentes Bachelet y García ya limaron el problema y se reunirán para dar una señal de unidad cuando Bachelet regrese de sus vacaciones. “La Presidenta está muy satisfecha de la reciprocidad que ha tenido el Presidente Alan García para dar por superado este tema. Por ello ya surgió la decisión de juntarse en unas semanas más”, concluyó.

fuente diario La Nación de Chile

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